jueves, 28 de junio de 2012

Frustrante Cumbre de Rio+20


El planeta sigue sufriendo los mismos problemas y con ello el ser humano también sufre, aunque individualmente muchos nosotros no nos demos cuenta de ello. Y no solo nosotros, sino que, al parecer, las 50.000 personas que se reunieron desde el 20 al 22 de junio en la Cumbre del Clima en Rio de Janeiro, 20 años después, tampoco saben qué ocurre donde pisan o no quieren ponerle remedio.

Para simplificar expondré qué es lo que le ocurre a la Tierra medioambientalmente hablando: aumenta la temperatura global; aumenta el nivel del mar; existe mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos; desciende la superficie de los glaciares; disminuye la biodiversidad; ocurren más migraciones; aumenta la probabilidad de contraer enfermedades infecciosas; medio mundo se muere de hambre y el otro medio se muere de sobrepeso…

¿Qué tenían que haber tratado los 130 jefes de Estado presentes en la Cumbre y no hicieron? Impulsar la financiación de políticas a favor del medio ambiente; crear una agencia medioambiental de la ONU; impulsar medidas de protección de los océanos; reducir o eliminar los subsidios hacia los combustibles fósiles; erradicar la pobreza…

¿Por qué se cree que no ha habido acuerdo alguno sobre los anteriores puntos? Algunas de las razones son: EEUU se niega a tomar medidas al respecto (Obama no acudió a la Cumbre); Europa, con una política algo más pro-medioambiente, ha perdido poder durante los años de crisis (Merkel tampoco se presentó); China como nueva potencia económica ya contribuye al deterioro del planeta y también se niega a restringir el consumo de petróleo y carbón; se utiliza la existencia de la crisis de muchos países como coartada para no invertir en medio ambiente; se ha desviado la atención de los temas de cambio climático y biodiversidad hacia la pobreza (cuando todo está estrechamente relacionado) y se fomenta la idea de invertir en procesos con efectos inmediatos (la inversión en el cambio climático implica cambios a medio y largo plazo).

De estos días de reuniones se ha sacado en claro un borrador que plantea los problemas actuales sin proponer medidas contra ellos y que ya estaba redactado antes del día 20 de junio. Lo que significa que los reunidos en Rio se encontraron con la faena hecha antes de que llegaran. De esta forma se ha evitado que no les ocurriera lo de Copenhague en 2009, que tuvieron que quedarse la última noche de las reuniones redactando un informe que resultó ser poco ambicioso como viene siendo costumbre.

Las conclusiones que se extraen de los eventos que tienen como finalidad tratar temas de medio ambiente son siempre las mismas: siguen perdiendo los países pobres porque seguirán muriendo de hambre, ahogados por tsunamis y enterrados por terremotos; perderemos especies valiosas, incluso económicamente (cosa que pocos entienden); gastaremos más energía sucia y radiactiva; comeremos alimentos manipulados y contaminados;  beberemos agua a precio de coca-cola y seremos enfermos crónicos. ¿Aún creemos que la salud ambiental no debe interesarnos?

Finalmente, lo único bueno que hemos sacado los españoles de esta Cumbre del Clima Rio+20 es que durante unos minutos nos quedamos sin presidente de Gobierno y sin sus medidas “duras pero necesarias”. Eso sí, se lo encaramaron a los pobres de las Islas Salomón.