lunes, 31 de mayo de 2010

Sin saber si hablar o callar.

Estamos viviendo tiempos difíciles y creo yo más difíciles de lo que se nos transmite por los medios de comunicación. No es por ser alarmista pero mucha gente se encuentra en situaciones complicadas para vivir igual a como lo estaban haciendo hace un par de años. Y otras muchas personas se dirigen hacia esa situación. La actual crisis la estamos sufriendo los ciudadanos de a pie, los currantes, los que invertimos tres cuartas partes del tiempo de nuestra vida en buscar y mantener nuestro trabajo y obtener unos ingresos que nos permitan vivir bajo un techo prestado. Aquellas personas que durante años han permanecido en una empresa, trabajando día a día, luchando por no perder ese trabajo aceptando unos derechos laborales que han ido a menos con el paso de los años, aceptando la pérdida del derecho de un contrato fijo por uno indefinido con el que puedes ser despedido en cualquier momento recibiendo una indemnización que no siempre es la que a uno le corresponde. Aceptando la aparición de una competencia ilegal arropada por los empresarios en su momento cuando la inmigración sin documentos supuso una nueva pérdida de la opción de reclamar lo que al trabajador le correspondía. De adaptarse a la bajada de salarios por no perder el puesto de trabajo. Después de todo esto, ahora nos encontramos con la excusa de la crisis para que muchísima gente se encuentre en el paro, sin saber si debemos quejarnos o comprender que las crisis solo traen desempleo.

Tal vez uno acepte con cierta resignación la pérdida de su trabajo, pero es que mientras uno trabajaba no le estaban haciendo un favor. Recibimos un sueldo "justo" (justo de justico, vamos)para utilizar la mitad de este en pagar una vivienda durante 30 o 40 años, el resto del sueldo lo utilizamos para nuestra alimentación, pero la mayor parte va de nuevo al sistema económico, de vuelta a las arcas de la comunidad y del Estado. El pago de impuestos en forma de IVA, IRPF, contribución de vivienda, de circulación, comisiones, seguros obligatorios y otros opcionales pero que mejor que los tengas, sanciones que se imponen cuando los que nos gobiernan necesitan recaudar dinero. Para todo esto tenemos dinero, el justo. Los cinco o seis primeros meses que trabajamos al año es para pagar todos estos tipos de impuestos, con el resto ya podemos pagar otras cosas prestadas, como el piso o el coche, que si no lo devuelves al estado lo pagas al banco, que al fin y al cabo es lo mismo. Por este motivo me sorprende la paciencia del ser humano. Aún somos capaces de tener la esperanza de que la crisis desaparezca. Claro está que se irá, pero es que no había motivo para que hubiese llegado.

domingo, 23 de mayo de 2010

Lo que la naturaleza nos hace ahorrar.

Edward O. Wilson, profesor de Univ. Harvard, divulgador, sociobiólogo y creador del término biodiversidad comenta: “Démonos cuenta de lo que estamos abandonando y que ahora es gratis: el enriquecimiento del suelo, la regulación del clima, el aire que respiramos y el agua que bebemos.”

Ya hace muchos años se realizó un estudio para estimar el coste de aquello que estamos destruyendo en la naturaleza: agua, aire, suelo y demás. El precio de todo esto alcanza la cifra de treinta y tres millones de dólares al año. Es una barbaridad y el problema es que podemos disfrutarlo de forma gratuita porque la naturaleza nos lo ofrece, pero estamos viviendo la época de transición en la que pasamos de coger el agua directamente de la naturaleza a la época en que necesitamos tratar con filtros y compuestos químicos, que cuestan su dinero, para poder beber agua. Y lo mismo pasa con el aire y el suelo. El suelo ha de tratarse para fertilizarlo y que no quede estéril. No si llegará el momento en el que el aire sea filtrado para que podamos respirar en todo momento. Por ahora ya respiramos aire filtrado y acondicionado en nuestros lugares de trabajo y en ocasiones, en nuestra casa y medios de transporte.

sábado, 22 de mayo de 2010

Pasa y busca en el fondo del cajón.

El motivo del título del blog es la intención de reflejar y expresar aquello que no se muestra en público. Toda información transmitida por televisión, radio y primeras páginas de los periódicos oculta otra información que se guarda y se almacena, acumulando polvo y olvidándose de su importancia. Mucha información se guarda en lo que podemos llamar Trastienda. Por esto, quiero que "Busca en la Trastienda" sea un lugar en el que podamos expresar ideas, vivencias, pensamientos y sentimientos que no oimos en la vida pública, porque parece que no son de interés general. Pero qué hay más importante que nuestra vida.

Sencillamente trataremos temas que normalmente tenemos con nuestras personas más cercanas, familia, amigos y compañeros. Serán cuestiones que surgen en cualquier conversación a pie de calle, en cualquier cafetería, pero que nunca escuchamos en la televisión ni en las principales cadenas de radio. Escuchamos debates en los que acaban discutiendo unos con otros, debates en los que se contraponen dos ideologías contrarias con el fin de la expresión plural, pero en los que cuando acaban no sacamos nada en claro. Terminamos con las mismas dudas, o más de cuando empezamos y con la sensación de no haber entendido de qué han hablado. Pero en estos debates en los que hay confrontaciones no vemos que haya comprensión, entendimiento o reflexión sobre lo que se dice. Apenas existe empatía por el que expone sus ideas, por el que cuenta sus problemas. La empatía, el ponerse en el lugar de la otra persona, los verdaderos problemas de los ciudadanos quedan relegados en la mayor parte de los medios de comunicación, queda oculto en un lugar que no vemos, que prefieren que no veamos, que ni nos planteemos, queda acumulando polvo en la Trastienda de nuestras vidas. Nos atontan con programas de televisión de entretenimiento, desvían nuestra atención hacia fuera de nosotros, para que nos interesemos por la vida de los demás, por los conflictos de los demás, por las propiedades de los demás, pero no nos ayudan a que nos miremos a nosotros mismos, hacia nuestra vida. Esta es la vida que vamos a vivir, no hay nada más importante para cada uno como su propia vida, ¿por qué nos vamos a interesar por la vida de quienes no conocemos en absoluto y de quienes solo quieren que nosotros les veamos para que sigan ganando dinero? Está claro que me refiero a todo el mundo de la prensa rosa. Nuestra vida, la que ahora mismo, en este preciso momento estamos viviendo es el asunto más importante que tenemos en marcha, es nuestro proyecto más importante, el proyecto de nuestra vida. Y claro está que en nuestra vida no estamos solos. Nuestra vida está enriquecida por nuestra familia, nuestros amigos, nuestro trabajo, nuestros intereses particulares o aficiones, nuestro cuerpo y salud, nuestras ideas. Y son estas, nuestras ideas las que van a guiarnos en cada momento, en cada decisión que debamos tomar, las que nos guiarán a lo largo de nuestros años. Así que no hay otra cosa más importante de qué hablar que de lo que ocurre en nosotros y a nuestro alrededor.