Decir que enfermedades tan graves y tan complejas como el Parkinson, el Alzheimer y sobretodo el cáncer son producto de la forma de pensar de cada individuo es simplificar demasiado el problema. Estoy seguro que el origen de estas enfermedades no las crea el individuo en particular. Tal vez muchas otras enfermedades sí sean prevenidas o aliviadas con nuestro cuidado y la atención que le ofrezcamos a nuestro cuerpo. Pero en otras no solo es cuestión de una única persona.
Cierto es que dentro de la educación de cada persona podemos llegar a elegir nuestras ideas, ideas con las que nos valdremos durante nuestra vida. Sin embargo, todos estamos sometidos a las ideas de aquellos que gobiernan, aquellos que tienen un gran poder sobre el desarrollo de las sociedades (aquí entran todos los que forman parte de la cúspide de los principales poderes). El cambio de modelo mental de tales personas puede llegar a ser mucho más importante para la mejora de la salud mundial, que la forma de pensar de cada uno en particular.
Parece que siempre llegamos a responsabilizar a los mismos de los problemas mundiales, pero cuando decimos que existen personas que mueren de hambre, estas no han elegido nacer ni crecer en una población en la que falta alimento, ni tampoco que muchas personas eligieron crecer en un momento de la historia en la que la mierda formaba parte de sus casas. Ahora tampoco hemos elegido crecer en una sociedad con agua, aire y alimentos contaminados. Por entonces algo cambió y no fue por el cambio de mentalidad de la ciudadanía, sino por el cambio de ideas de unos pocos. Sé que no fue tan sencillo, un desarrollo económico ayudó enormemente. Por eso creo que un nuevo cambio puede llegar para que reduzca (no utilizo el verbo poder como probabilidad, sino como capacidad o de voluntad, si quieren o queremos este cambio llegará) un importante número de las enfermedades que hoy sufrimos. La fuerza y estabilidad mental nos ayudará a combatir y hacer frente a las enfermedades que nos puedan achacar, incluso algunas las podremos evitar por nuestras cualidades, pero estoy convencido que un par de ideas nuevas que reluzcan en unos pocos cerebros, ahora secos por la avaricia, hará que cambie muchas cosas, en cuanto a salud se refiere (y seguro también que en otros muchos aspectos).
¿Cuál puede ser este nuevo modelo mental? Dejar de tirar más basura. Esto hará en un principio que muchas sustancias no formen parte de nuestro ambiente. Que muchos productos químicos (metales pesados, cancerígenos como los famosos conservantes, estabilizantes, aromatizantes, colorantes, etc) dejen de estar presente en los alimentos, en el agua, en el aire. Que nuestra atmósfera no esté cargada de ondas electromagnéticas (con sospechas –que están a punto de dejar de serlo- de que son causantes de la formación de tumores), ni que exista un exceso de gases de efecto invernadero. Que productos radiactivos no naturales no se encuentren rodeándonos...
¿Cuál sería la razón por la que se decidiera no seguir inundándonos de estos desechos? La valoración del ciudadano como persona. En principio, valorar a la persona como un organismo vivo, como un complejo sistema abierto al resto del Universo, un sistema vivo formado por elaborados sistemas de acción y reacción. Procesos químicos, físicos y biológicos con los que la expresión génica, la formación de proteínas, las interacciones moleculares y el desarrollo celular sustentan nuestro ser, a cada organismo, ya sea persona, animal o planta. Y englobando a todos ellos, entender la importancia de cada relación establecida entre persona-persona, persona-animal, persona-planta, animal-animal, animal-planta y planta-planta. Y aún más, todas estas relaciones se multiplican considerando un nuevo factor, el factor ambiente. Todo aquello que se encuentra en el ambiente influye sobre cada organismo, así que imaginaros lo infinitamente complejo que puede llegar a ser. Cada sustancia de nuestro ambiente se convierte en un nuevo factor que se interrelaciona con cada organismo.
Como veis, una única idea que llegue a formar parte de nuestro actual modelo mental podría cambiar muchas cosas, sería el detonador de una nueva revolución mundial. La revolución hacia un nuevo concepto de salud. También creo que es necesario un cambio en el concepto de la medicina y que está muy relacionado con lo que he comentado aquí. Hasta ahora la medicina ha estudiado las enfermedades (y no la salud). Se investigan las enfermedades desglosándolas en pequeñísimas partes. Por ejemplo, en el estudio del cáncer podemos llegar a conocer investigaciones sobre una determinada proteína considerada como un represor tumoral, o estudios sobre la inhibición de la expresión de un determinado gen. Comprendo lo costoso que puede llegar a ser este tipo de estudios, por lo que aún más me cuesta imaginar cómo se puede estudiar la relación entre los diferentes factores, sustancias químicas o moléculas cancerígenas sobre un organismo vivo, por muy sencillo que puede llegar a ser este (por ejemplo un gusano). ¿Os imagináis la complejidad si al número de interrelaciones supuestas antes cuando considerábamos un organismo con el resto de sustancias ambientales, ahora lo multiplicamos por todos los procesos que existen en el interior de ese organismo?
Pero no quiero agobios. Cuando la higiene mejoró no hizo falta que alguien llegara a entender el número de procesos que se suceden entre una persona y una calle repleta de excrementos. Ahora tampoco hace falta que alguien estudie en detalle las relaciones de un ser vivo con su medio ambiente para que reduzcamos el amplio abanico de enfermedades. Tan solo es necesario saber que somos sistemas abiertos, y como tales estamos condicionados por todo lo que nos rodea.
1 comentario:
Óptima conclusión. Ahora sí que estoy contigo.
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