¿Os habéis preguntado alguna vez por qué los gatos ronronean? Sabemos que cuando los acariciamos, les rascamos la cabeza o incluso cuando duermen hacen un ruido que procede de los músculos de la laringe y el diafragma. Se ha llegado a demostrar que este ruido también lo producen en situaciones de estrés y cuando amamantan a sus crías. El ronroneo ocurre de forma constante y a una frecuencia de 25 a 150 hercios. Este intervalo de frecuencia ayuda a mejorar la densidad ósea y la cicatrización. Así que es muy probable que durante los largos periodos de descanso de los gatos, la emisión de este característico ruido tenga una función fortificante en la musculatura y estructura ósea de los mismos, e incluso el ronroneo de la madre que amamanta a sus crías contribuye al buen desarrollo de su prole.
Cuando leí esta curiosidad me acordé de los mantras budistas. En la cultura budista se suele usar diferentes sonidos llamados mantras para momentos de meditación. La emisión de estos sonidos por la propia persona con la frecuencia determinada puede tener un efecto sobre la salud. Son sonidos guturales que resuenan en la caja torácica. Creo que de alguna forma los mantras masajearán los órganos internos de una forma suave y continua estimulándolos físicamente. Estoy convencido que a parte de la estimulación química de hígado, riñones o estómago a través de hormonas y sustancias que segregamos y de las que nos alimentamos, la posibilidad de estimular físicamente a través de los sonidos, como hacen los felinos, ayuda a fortalecer nuestra salud. No quiero darle publicidad a ningún gimnasio de yoga, sino que esto da importancia que cualquier pequeño aspecto que nos rodea puede contribuir a nuestra salud. Los seres vivos no son solamente sensibles a través de sus sentidos, quiero decir que no solo percibimos el ambiente a través de los ojos, la piel, los oídos o la nariz, sino que todo nuestro cuerpo tiene una respuesta a cada estímulo. Por ejemplo, la estructura ósea, articulaciones y musculatura de los gatos responden a los sonidos de una determinada frecuencia. Estoy convencido que los seres humanos también lo somos. Los budistas lo llegaron a entender hace mucho tiempo, y aunque no de forma científica, saben que el cuerpo responde a todo tipo de factor externo, concretamente los sonidos. Pensad en el beneficio que le podemos aportar a nuestra salud cuando nos rodeamos de un ambiente con una música relajante, esos sonidos no solo lo percibimos por el oído, todo nuestro cuerpo, toda la superficie de la piel, nuestros órganos internos perciben la música. Nosotros percibimos placer, somos conscientes de ello porque estamos segregando endorfinas (hormona de la felicidad), pero inconscientemente nuestro corazón, bazo, riñones, músculos, intestino se relajan. Escuchar una voz dulce y suave también nos relaja, aunque también nos resultan agradables voces graves, esas que decimos que de ciertos actores son bonitas (Constantino Romero, Ramón Langa, Imanol Arias,…). Nosotros mismos sabemos lo que nos gusta y lo que no. Seguramente aquello que nos hace sentir mejor sea beneficioso para nosotros.
¿Qué cosas os hacen sentir bien? Estoy convencido que con cualquier cosa que propongáis podría hacerse una terapia, por ejemplo podríamos comercializar una terapia saludable a base de masajes en las palmas de las manos, o una terapia reconfortante de caricias en la nuca. ¿Cuál proponéis?